viernes, 30 de marzo de 2012

Conclusiones del Proyecto: Indagación histórica y localización arqueológica de los desaparecidos en Tenerife: el caso de Las Cañadas del Teide (2011)


INVESTIGACIÓN HISTÓRICA ORAL-DOCUMENTAL
   
    Gracias al trabajo de investigación oral y documental ha sido posible elaborar un primer censo de víctimas mortales de la represión franquista en la isla de Tenerife. En ese estudio, en el que se realizaron más de 90 entrevistas y se accedió a los  principales archivos insulares, se realizó un balance de víctimas mortales, que ascendió a la cifra de 134 muertos directamente relacionados con la violencia franquista en la isla de Tenerife, confirmados e identificados con nombres y apellidos. En este trabajo, desarrollado por jóvenes historiadores de la Universidad de La Laguna, se señalaron además 40 posibles desaparecidos aún sin confirmar, que serán investigados en 2012, así como se rectificaron las desapariciones de otras 32 personas, que se daban por fallecidas erróneamente por otros investigadores. A pesar de la dificultad por identificar científicamente crímenes de los que casi no queda constancia, se estima que en Tenerife las autoridades golpistas y las milicias franquistas realizaron más de 400 asesinatos.  

       La inmensa mayoría de los desaparecidos, las víctimas y fusilados lo fueron por motivaciones políticas, siendo además especialmente duros con los partidos y sindicatos que habían sido más combativos durante la República. La distribución geográfica de las víctimas también resulta bastante significativa a este respecto, concentrándose los asesinatos en zonas con fuerte tradición republicana u obrerista, como la zona metropolitana o el Valle de La Orotava. En relación al perfil de las víctimas, se trataba de personas jóvenes (una media de treinta años), pertenecientes a cuadros dirigentes de las organizaciones obreras, concejales y miembros directivos de los partidos republicanos. Por profesiones, vemos una gran variabilidad, siendo llamativa la gran cantidad de personas asesinadas pertenecientes a la pequeña y mediana burguesía, además de la mayoritaria adscripción obrera, centrada en profesiones con altos índices de afiliación sindical (tabaqueros, panaderos, etc.). En relación al perfil de las víctimas, cabe destacar por último su diversa procedencia, pues además de los tinerfeños, obviamente mayoritarios, existe un gran número de personas naturales de la península o de La Palma y La Gomera, lo que ejemplifica el papel de Tenerife como un punto de centralización de la represión en las islas occidentales, sobre todo en relación a los fusilamientos.
         
INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA 

      El segundo objetivo del proyecto de 2011 fue la localización de estas víctimas mortales en fosas y bucios de la isla de Tenerife, con especial interés en la zona de Las Cañadas del Teide. Para ello, con la colaboración del Parque Nacional de El Teide, se realizaron prospecciones en algunas zonas señaladas por la tradición oral, descendiendo incluso a los bucios del Llano de Maja, donde no se encontraron restos humanos en los dos bucios más señalados por la tradición oral. Entendemos que unos de los elementos que más facilita esta situación es la presencia de restos humanos en el yacimiento arqueológico aborígen intervenido por Luis Diego Cuscoy en la década de los cuarenta. Es precisamente esta confusión con los restos antropológicos aborígenes lo que hace que muchos lugares sean señalados por los entrevistados como espacios generados por la represión. El Llano de Maja acoge otra sima volcánica que también ha sido señalada por los entrevistados. Es la conocida como sima de Los Helechos. En este punto entendemos que la hipotética confusión es debida a la presencia de grandes restos óseos de animales, visibles desde la boca.
     Otro modelo que encontramos reseñado en las entrevistas son los enterramientos en pequeñas fosas. Tales ubicaciones deberían tener una serie de características similares a las zonas señaladas por los informantes, como es un suelo formado por zahorra o piedra pómez que facilite la excavación así como la relativa cercanía a un camino accesible.
     Otra de las referencias más citadas como puntos empleados por los represores a la hora de desaparecer los cadáveres de los represaliados son los pozos localizados en diferentes municipios de la Isla. En todos los casos se trataban de puntos ubicados en grandes fincas, relativamente fáciles de transitar porque eran puntos de abastecimiento de agua, aunque lo suficientemente alejado de los núcleos de población para poder realizar tareas represivas.
    Igualmente destacamos la cantidad de referencias costeras a desapariciones de personas, sobre todo en la zona de Santa Cruz de Tenerife e Isla Baja, puntos que por su lejanía no parece que participen en la tradición oral que relaciona a Las Cañadas con la represión. De esta manera, parece que las Cañadas como espacio represivo se repite en aquellas zonas del Norte y del Sur que usaban esta zona alta en sus estrategias económicas.
   La mayoría de las referencias que se tienen sobre ubicaciones están en relación con transportes de grandes dimensiones donde llevaban a los presos. La existencia de estos camiones puede deberse a otra confusión entre fenómenos represivos. Desde los primeros días del golpe de Estado se produjo el traslado de miles de detenidos en camiones desde todos los puntos de la isla a la capital tinerfeña. Por otro lado, y a partir de 1939, fueron conducidos en camiones a Las Cañadas 700 presos pertenecientes al 91 Batallón de Soldados Penados provenientes de la Península. Entendemos que este fenómeno de transporte de presos a las cumbres quedó en la memoria colectiva y se vinculó a las referencias sobre asesinatos
    A pesar de no haber podido acotar una zona exacta de intervención arqueológica, la gran cantidad de localizaciones aportadas por los informantes orales permitió delimitar un primer mapa de posibles fosas, y cuestionar la idea de que las desapariciones en Tenerife se realizaron siempre en el mar. El objetivo para 2012 es ir acotando sobre el terreno zonas que aún son demasiado extensas para una excavación arqueológica.          
TRABAJO CON LAS FAMILIAS DE LOS REPRESALIADOS Y DIFUSIÓN DEL PROYECTO
            Por último, tanto el trabajo documental como el de las entrevistas nos han permitido conocer el alcance de la represión sobre muchísimas familias tinerfeñas, tanto en el pasado como aún en el presente. Hay que entender que la represión franquista no sólo supuso en la isla la muerte de centenares de personas, sino que su impacto se materializó en un grupo de población mayor asociada a familiares y conocidos.
    El asesinato y la encarcelación de republicanos y obreristas significaron en su conjunto la desarticulación de muchísimas familias, tanto por la obvia muerte de los cabezas de familia como por los procesos de acoso e indefensión de las familias de los represaliados. En este sentido, especialmente duras fueron las repercusiones sobre las esposas/parejas e hijos de los represaliados que fueron estigmatizados en sus contextos sociales, y obligados en la mayor parte de los casos a emigrar fuera de sus pueblos o de la isla. En este sentido, no es de extrañar que algunos de estos informantes aún mantengan actitudes de miedo y cautela a la hora de hablar sobre estos hechos.
      A pesar de ello, los familiares directos de víctimas del franquismo nos han expresado en sus entrevistas el apoyo a este tipo de investigaciones. Resulta fundamental y necesario que se lleven a cabo iniciativas, tanto para conocer el período histórico precedente como para responder a las preguntas que llevan acompañando a las familias desde los sucesos de la guerra. Su preocupación iba especialmente dirigida a las nuevas generaciones, las cuáles desconocen las causas, hechos y circunstancias vividas durante esos años de represión.
   El proyecto incluyó un conjunto de actividades de difusión en medios de comunicación, asociaciones, residencias de la tercera edad, institutos de enseñanza y ayuntamientos. Actividades que se vieron condicionadas y no tuvieron un mayor alcance por la coincidencia de las elecciones regionales y municipales, así como por las fechas veraniegas en las que se concluyó el mismo. No obstante, dentro del ámbito científico se obtuvo un notable éxito, participando en todos los eventos histórico-científicos que se realizaron en Tenerife desde el mes de febrero hasta julio del 2011.        
   Este trabajo ha sido realizado por un equipo de 9 personas, compuesto por los siguientes historiadores, antropólogos y arqueólogos formados en la Universidad de La Laguna:      
Dr. Alejandro Gámez Mendoza (Coordinador), Victorio Heredero Gascueña, Aarón León Álvarez, Luana Studer Villazán, Guacimara Ramos Pérez, Aioze Trujillo Mederos, Alejandra Calderón Ordoñez, Nuria Álvarez Rodríguez y Mª Laura Bencomo Fernández.

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